Toda carrera profesional tiene un “antes y un después”, siempre hay un momento que cambia el estatus quo y potencializa al profesionista, llevándolo a otros niveles. Para el Arq. Ignacio Camarillo Medina, fundador de “Camarillo Arquitectos” ese momento se dio cuando obtuvo el Premio Construye del 2018 en la Categoría de Vivienda.
“Mi carrera profesional es una antes y una después de haber ganado el Premio Construye del 2018 en la Categoría de Vivienda. Ese logró me proyectó demasiado y me hizo entender cómo quería desarrollar mi empresa y me mostró cómo debía hacer cada proyecto”.
Y sus proyectos comenzaron a ser únicos, muy peculiares, lo que generó que comenzara a mencionarse que tenían un estilo propio, algo que al Arq. Camarillo le apasiona y es que el imaginar que podría crear una tendencia en el diseño de viviendas que goce de reconocimiento más allá de México lo motiva, ya que, entre sus proyectos a mediano plazo está el poder lograrlo.
“Aún no tengo un estilo como tal, más bien en los diferentes proyectos que he desarrollado he plasmado un esquema sencillo y explotando cualidades naturales de los espacios”.
Para poder generar ese estilo, el Arq. Camarillo sigue una ruta establecida que le permite visualizarse en el largo plazo viajando a nivel nacional presentando su trabajo y lo que le caracteriza.
“Me encantaría decir que soy de la tendencia moderna, pero me encanta hablar de lo tradicional mexicano”.
Camarillo Arquitectos se ha especializado en la construcción de vivienda residencial con características únicas como acabados modernos, espacios amplios y bien distribuidos.
La vivienda residencial presentada se ubica en el fraccionamiento residencial Las Plazas en la ciudad de Aguascalientes.
Las imágenes de sus proyectos son el claro ejemplo del extraordinario trabajo que realiza el Arq. Ignacio Camarillo Medina.
Todos estamos acostumbrados a ventilar nuestra vivienda u oficina en algún momento del día. Esto ayuda a renovar el aire interior, sobre todo por las mañanas o cuando organizamos alguna celebración con mucha gente. El método más sencillo consiste simplemente en abrir las ventanas y dejar que entre el aire del exterior. Sin embargo, este proceso puede realizarse de manera más eficaz mediante la llamada ventilación forzada o mecánica que, además de renovar el aire de manera continua, lo filtra y aclimata, consiguiendo un alto grado de confort térmico en nuestra vivienda al mismo tiempo que respiramos aire limpio y expulsamos al exterior los agentes nocivos presentes en el aire viciado.
Es uno de los sistemas más eficientes y de menor consumo para climatizar nuestra casa/oficina. Eso sí, para que esta instalación funcione correctamente deberemos partir de una vivienda perfectamente aislada y muy hermética, equipada con unas buenas ventanas, las filtraciones de aire deberán ser totalmente eliminadas.
Es muy recomendable en entornos con una alta contaminación exterior, contaminación acústica y temperaturas de mucho frío y/o mucho calor. También es un sistema muy recomendable para personas que padecen de alergias al polen, al polvo u otros agentes contenidos en el aire. Su instalación es factible tanto en viviendas en bloque como en viviendas unifamiliares aisladas.
La ventilación forzada con recuperación de calor consta de los siguientes componentes básicos:
También existen versiones compactas, de las que hemos hablado en post anteriores, para instalar en las fachadas y que no necesitan conductos. Eso sí, deberemos instalar una por estancia y, a día de hoy, son más molestos a nivel acústico y su rendimiento es menor.
El funcionamiento es sencillo, el aire entra a nuestra vivienda gracias al ventilador de impulsión, a continuación, pasa por los diferentes filtros que tengamos instalados y se introduce en el recuperador de calor. Esta es una pieza clave del sistema ya que es donde radica su alta eficiencia energética. En el recuperador de calor el aire que introducimos en la casa y el aire que expulsamos se cruzan (pero no se mezclan), esto ocurre en unos diminutos conductos con paredes muy finas que permiten que, aunque las dos corrientes de aire (impulsión y extracción) no se “toquen”, se produzca un intercambio de temperaturas entre las mismas a través de estas paredes finas que los separan. Al salir del recuperador de calor, el aire ya aclimatado y filtrado, se reparte entre los diferentes conductos de impulsión y de ahí a las distintas estancias de la vivienda.
Así, en invierno, el aire interior de nuestra casa, que está viciado y queremos expulsar, estará más caliente que el aire exterior renovado y filtrado, que queremos introducir. Al pasar por el recuperador de calor, el aire viciado pero caliente cederá temperatura al aire renovado y frío que entra del exterior al cruzarse ambas corrientes. El proceso contrario se produce en verano. De esta manera, gracias a que existen recuperadores de calor con una eficiencia del 90%, la energía que necesitamos para aclimatar el aire que introducimos en nuestra vivienda es mínima.
En los climas cálidos, en las noches de verano, se puede dar que el aire del interior de nuestra vivienda esté más caliente que el exterior, como lo que queremos es refrigerar el interior, en estos casos, el recuperador de calor activará un bypass para introducir directamente ese aire fresco (pero filtrado). Por otro lado, el aire es introducido en el interior de nuestra vivienda a una velocidad tan baja y suave que es imperceptible. No notaremos ni las corrientes de aire ni el ruido típico de los sistemas de aire acondicionado por conductos.
Asimismo, para terminar de aclimatar el aire hasta la temperatura deseada es conveniente instalar unas baterías de frío y calor que, si fuera necesario, aportarán ese pequeño plus de calor o de frío al aire que estamos usando para aclimatar nuestra casa. Como partimos de la premisa de que nuestra casa está muy bien aislada y es hermética al aire, unido a que el recuperador de calor puede alcanzar una eficiencia del 90%, significará que estas baterías de frio o de calor se usarán muy poco, manteniendo así el conjunto de la instalación una alta eficiencia energética.
Generalmente los sistemas de ventilación forzada tienen varias opciones para aumentar o disminuir el caudal y la velocidad del aire según la situación del interior de nuestra vivienda. Por ejemplo, si no estamos en casa podemos dejar el sistema en funcionamiento con el caudal básico, si la vivienda está ocupada por todos los miembros el sistema se activará con el caudal de consigna y si tenemos invitados u organizamos un evento social, se activará el caudal intensivo.
Debemos tener en cuenta que los conductos por los que circula el aire necesitan una limpieza que es recomendable realizar anualmente.
Fuente: Arrevol
Toda carrera profesional tiene un “antes y un después”, siempre hay un momento que cambia el estatus quo y potencializa al profesionista, llevándolo a otros niveles. Para el Arq. Ignacio Camarillo Medina, fundador de “Camarillo Arquitectos” ese momento se dio cuando obtuvo el Premio Construye del 2018 en la Categoría de Vivienda.
“Mi carrera profesional es una antes y una después de haber ganado el Premio Construye del 2018 en la Categoría de Vivienda. Ese logró me proyectó demasiado y me hizo entender cómo quería desarrollar mi empresa y me mostró cómo debía hacer cada proyecto”.
Y sus proyectos comenzaron a ser únicos, muy peculiares, lo que generó que comenzara a mencionarse que tenían un estilo propio, algo que al Arq. Camarillo le apasiona y es que el imaginar que podría crear una tendencia en el diseño de viviendas que goce de reconocimiento más allá de México lo motiva, ya que, entre sus proyectos a mediano plazo está el poder lograrlo.
“Aún no tengo un estilo como tal, más bien en los diferentes proyectos que he desarrollado he plasmado un esquema sencillo y explotando cualidades naturales de los espacios”.
Para poder generar ese estilo, el Arq. Camarillo sigue una ruta establecida que le permite visualizarse en el largo plazo viajando a nivel nacional presentando su trabajo y lo que le caracteriza.
“Me encantaría decir que soy de la tendencia moderna, pero me encanta hablar de lo tradicional mexicano”.
Camarillo Arquitectos se ha especializado en la construcción de vivienda residencial con características únicas como acabados modernos, espacios amplios y bien distribuidos.
La vivienda residencial presentada se ubica en el fraccionamiento residencial Las Plazas en la ciudad de Aguascalientes.
Las imágenes de sus proyectos son el claro ejemplo del extraordinario trabajo que realiza el Arq. Ignacio Camarillo Medina.
Todos estamos acostumbrados a ventilar nuestra vivienda u oficina en algún momento del día. Esto ayuda a renovar el aire interior, sobre todo por las mañanas o cuando organizamos alguna celebración con mucha gente. El método más sencillo consiste simplemente en abrir las ventanas y dejar que entre el aire del exterior. Sin embargo, este proceso puede realizarse de manera más eficaz mediante la llamada ventilación forzada o mecánica que, además de renovar el aire de manera continua, lo filtra y aclimata, consiguiendo un alto grado de confort térmico en nuestra vivienda al mismo tiempo que respiramos aire limpio y expulsamos al exterior los agentes nocivos presentes en el aire viciado.
Es uno de los sistemas más eficientes y de menor consumo para climatizar nuestra casa/oficina. Eso sí, para que esta instalación funcione correctamente deberemos partir de una vivienda perfectamente aislada y muy hermética, equipada con unas buenas ventanas, las filtraciones de aire deberán ser totalmente eliminadas.
Es muy recomendable en entornos con una alta contaminación exterior, contaminación acústica y temperaturas de mucho frío y/o mucho calor. También es un sistema muy recomendable para personas que padecen de alergias al polen, al polvo u otros agentes contenidos en el aire. Su instalación es factible tanto en viviendas en bloque como en viviendas unifamiliares aisladas.
La ventilación forzada con recuperación de calor consta de los siguientes componentes básicos:
También existen versiones compactas, de las que hemos hablado en post anteriores, para instalar en las fachadas y que no necesitan conductos. Eso sí, deberemos instalar una por estancia y, a día de hoy, son más molestos a nivel acústico y su rendimiento es menor.
El funcionamiento es sencillo, el aire entra a nuestra vivienda gracias al ventilador de impulsión, a continuación, pasa por los diferentes filtros que tengamos instalados y se introduce en el recuperador de calor. Esta es una pieza clave del sistema ya que es donde radica su alta eficiencia energética. En el recuperador de calor el aire que introducimos en la casa y el aire que expulsamos se cruzan (pero no se mezclan), esto ocurre en unos diminutos conductos con paredes muy finas que permiten que, aunque las dos corrientes de aire (impulsión y extracción) no se “toquen”, se produzca un intercambio de temperaturas entre las mismas a través de estas paredes finas que los separan. Al salir del recuperador de calor, el aire ya aclimatado y filtrado, se reparte entre los diferentes conductos de impulsión y de ahí a las distintas estancias de la vivienda.
Así, en invierno, el aire interior de nuestra casa, que está viciado y queremos expulsar, estará más caliente que el aire exterior renovado y filtrado, que queremos introducir. Al pasar por el recuperador de calor, el aire viciado pero caliente cederá temperatura al aire renovado y frío que entra del exterior al cruzarse ambas corrientes. El proceso contrario se produce en verano. De esta manera, gracias a que existen recuperadores de calor con una eficiencia del 90%, la energía que necesitamos para aclimatar el aire que introducimos en nuestra vivienda es mínima.
En los climas cálidos, en las noches de verano, se puede dar que el aire del interior de nuestra vivienda esté más caliente que el exterior, como lo que queremos es refrigerar el interior, en estos casos, el recuperador de calor activará un bypass para introducir directamente ese aire fresco (pero filtrado). Por otro lado, el aire es introducido en el interior de nuestra vivienda a una velocidad tan baja y suave que es imperceptible. No notaremos ni las corrientes de aire ni el ruido típico de los sistemas de aire acondicionado por conductos.
Asimismo, para terminar de aclimatar el aire hasta la temperatura deseada es conveniente instalar unas baterías de frío y calor que, si fuera necesario, aportarán ese pequeño plus de calor o de frío al aire que estamos usando para aclimatar nuestra casa. Como partimos de la premisa de que nuestra casa está muy bien aislada y es hermética al aire, unido a que el recuperador de calor puede alcanzar una eficiencia del 90%, significará que estas baterías de frio o de calor se usarán muy poco, manteniendo así el conjunto de la instalación una alta eficiencia energética.
Generalmente los sistemas de ventilación forzada tienen varias opciones para aumentar o disminuir el caudal y la velocidad del aire según la situación del interior de nuestra vivienda. Por ejemplo, si no estamos en casa podemos dejar el sistema en funcionamiento con el caudal básico, si la vivienda está ocupada por todos los miembros el sistema se activará con el caudal de consigna y si tenemos invitados u organizamos un evento social, se activará el caudal intensivo.
Debemos tener en cuenta que los conductos por los que circula el aire necesitan una limpieza que es recomendable realizar anualmente.
Fuente: Arrevol